LA CONROVERSIA.
Algunos críticos vieron los murales como propaganda marxista; pues cuando se completaron los murales, el clero católico y episcopal condenó los murales como «blasfemos». El diario The Detroit News protestó diciendo que eran «vulgares» y «antiestadounidenses». Como resultado de la controversia, 10,000 personas visitaron el museo en un solo domingo.
Pues en el panel en la pared norte presenta una figura infantil parecida a un Cristo con cabello dorado que recuerda a un halo. Flanqueándolo a la derecha hay un caballo (en lugar del burro de la tradición cristiana) y a la izquierda hay un buey. Directamente debajo hay varias ovejas, un animal incluido en los tradicionales belenes (nacimientos). Y también representa a Cristo como Agnus Dei (Cordero de Dios), mientras que un médico cumple el papel de José y una enfermera el de María; juntos están administrando una vacuna al niño.
En el fondo, tres científicos, como los magos bíblicos, participan en lo que parece ser un experimento de investigación. Esta parte del fresco es claramente una versión moderna de las imágenes tradicionales de la
Sagrada Familia, pero algunos críticos lo interpretan como una parodia más que como un homenaje.
Algunos historiadores del arte han sugerido que el mecenas de Rivera, Edsel Ford, avivó la controversia para generar publicidad sobre la obra de arte.
Por eso9 fue que en su inauguración algunos miembros de la comunidad religiosa de Detroit que exigieron que fuera destruido; pero el comisionado Edsel Ford y el director del museo, Wilhelm Valentino, se mantuvieron firmes.